lunes, 18 de julio de 2011

La ecuación divina.

Hoy ha sido un día de contrastes, pero por medio de una muy buena amiga mía llamada Sonia, caí en la cuenta de algo muy importante. Ella puso como mensaje personal: "El peor de los momentos puede ser el mejor, todo tiene un propósito divino", y vaya que tiene razón. Cuando estamos con Dios, siempre las cosas obran para bien, por muy mal que luzcan o por poquito que no las entendamos. Por eso es que hoy ha sido de contrastes, ya que el día comenzó muy fuerte, con un mega-chicharrón tenaz, pero ahorita ya en la comodidad de mi casa le doy gracias a Dios por haber pasado por eso, ya que ese acontecimiento desencadenó otro muy bueno.

Hay algo que ya me había dado vueltas en la cabeza desde hace un tiempo, y es precisamente la influencia de eventos positivos en futuros eventos negativos y viceversa, desde que leí un libro llamado "La ecuación Dante" de Jane Jensen. Recomendado 100%, es dificil decir un solo tema exacto que describa el libro, pero en resumidas cuentas, trata de una científica que (re)descubre de manera cuantitativa por medio de una ecuación, la ley del bien y del mal. Lo redescubre porque un rabino polaco ya lo había hecho por medio de la cábala judía en milnovecientoscuarentayyonoseque mientras estuvo prisionero en Auschwitz. Ahora, la científica tiene un ayudante que es filósofo/científico y él tiene ciertos pensamientos acerca de dicha ley y de que la tierra es un mundo 50/50 (mitad bien y mitad mal) en el cual explica de una manera aceptable para mí, la manera en que cuando algo muy malo pasa es porque algo muy bueno va a ocurrir a manera de consecuencia o viceversa, y para la muestra, el surgimiento de Japón como un monstruo económico y tecnológico luego de sufrir dos ataques con bombas atómicas. En el libro también explican la infalibilidad de los vuelos en avión, ya que son muy seguros y esporádicamente se dan accidentes, pero cuando ocurre un accidente es desastroso. Ahí podemos ver cómo se comporta el mundo 50/50. Además, hay referencia de un acontecimiento malo a manera de ejemplo, como por ejemplo el asesinato de una niña a manos de un asesino en serie, es algo muy malo pero puede producir eventos positivos tales como la concienciación de la sociedad y la intensificación de medidas para luchar en contra de la criminalidad (por poner un ejemplo que estaba en el libro).

La cábala (qabbaláh), o el análisis del árbol de la vida según el misticismo judío.

Nuevamente haciendo la adaptación al plano espiritual y meditando la famosa "ley del bien y del mal" (descrita así por Joseph Kobinski, el rabino polaco) o "ecuación uno-menos-uno" (descrita así por Jill Talcott, la científica), puedo concluir que éste mundo podría decirse que está regido por dicha ley 50/50, ya que lo podemos ver por medio de muchos ejemplos. Pero el plano espiritual en el que nos movemos los hijos de Dios, esta regido por una ley 100/0 ya que el respaldo divino es tan abrumador, que permite que cada acontecimiento sirva para algo bueno, para crecer y superarnos, o simplemente para prepararnos a recibir una bendición muy grande. Todos los que hemos experimentado ese respaldo lo podemos decir, nunca un evento negativo es devastador en el sentido de que siempre sale algo bueno de ahí, y eso fué lo que pude experimentar hoy. Como nos lo dice Dios en su palabra, más exactamente en Jeremías 29:11: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis (RV1960). Nuevamente oro y deseo que cualquier cosa mala que te esté pasando te sirva para preparárte a algo muy grande, y que precisamente ese acontecimiento jamás robe el gozo y la fé del corazón, para así poder permanecer tranquilos en Dios y llegar a ese "fin que esperáis".

No hay comentarios: